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7 de mayo

Un día normal, ninguna fecha señalada, tiempo agradable para ser mayo, el mismo recorrido de todos los días desde hace años.

En el coche, camino del tren, dos animales muertos en puntos distintos de la carretera, mala suerte, espero que no los pisen.

En el primer transbordo algo inusual, sólo se abren las puertas del último vagón, el resto quedan bloqueadas.  El tren continúa su marcha y las caras de la gente que se ha quedado dentro me hacen reír, no tiene gracia, pero no puedo evitarlo.

En el andén de mi siguiente conexión, revuelo, el ruido habitual hoy es diferente.  Veo un grupo de gente acompañando a una mujer que se sienta en un banco con la cara golpeada y sangrando, le dan kleenex y ella limpia unos documentos que se le han manchado.  Las personas del interior del tren miran hacia ella.

En el trayecto hacia mi destino, el tren se para en una estación y el conductor explica por megafonía que una mujer ha sufrido un desmayo y, por tanto, no puede continuar hasta que venga una ambulancia a atenderla.  Salgo del andén con intención de seguir a pie.

Veo al conductor que avanza buscando el vagón de la afectada.  Una mujer le increpa que hace mucho calor en los vagones, él se excusa, lleva el aire acondicionado puesto, no está en su mano.  Yo también avanzo hacia la cola del tren donde está la salida.  Veo a la muchacha tumbada, tiene los ojos abiertos, está consciente, le han puesto una almohada improvisada con chaquetas, una mujer la sujeta y un hombre le mantiene las piernas en alto.  Todo parece controlado, la gente funciona, es un alivio.  

Pero hay algo que no encaja y que me hace sentir algo fuerte en el estómago.  Creo que son las caras de enojo, de indolencia, miradas sin horizonte debido al paréntesis en lo cotidiano.  ¿Es que a nadie se le ocurre despejar el área entorno a la muchacha?

Llevo todo el día con la imagen grabada en mi memoria de todos esos gestos fastidiosos mirando a la pobre muchacha que parece un frágil papelito en el suelo del vagón.  

Todo en un mismo día, en un puñado de minutos.  Posiblemente hoy me vuelva caminando.

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